Amo a la gordi.

2/10/11
Sinceramente no me preocupo tanto por el clima social que vive Chile... es más, cuando dicen que hay crisis y revueltas, me da risa... yo aún salgo tranquilo de mi casa, puedo llegar a las 3 de la tarde o a las 12 de la madrugada sin miedo a encontrarme con un contingente militar en la esquina, los supermercados están bien abastecidos... creo que NADA ha cambiado desde el 10 de Marzo de 2010.


Lo que sí me sorprende al punto de causarme un poco de miedo, es ver cómo la mayoría de la población de esta franjita de tierra toma bandera por uno u otro bando, casi al punto de agarrarse de las mechas. Se supone que desde que el mundo es mundo los poderosos siempre se arreglan por dentro, se ponen de acuerdo, se turnan en los cargos, pero Boris, entonces de qué demonios estás hablando? Simple.


Nunca ha sido para mí difícil ocultar mi rechazo hacia la figura de la ex-presidenta Michelle Bachelet, por diversos motivos, importantes o triviales, y dentro de esa "no simpatía" hacia la susodicha, no logro explicarme cómo un presidente logre ganarse un escuálido 22% de aprobación habiendo ganado por la mitad más un voto, mientras que la señora (o señorita) se perfile como la favorita a ganar las elecciones de 2013. Es tan difícil para mí como explicarme que al final de su mandato haya logrado cifras cercanas al 70% de aprobación a su gestión, pero vamos por partes.


Se supone que cada encuesta con bajo apoyo al Sr. Piñera viene aparejada a una serie de críticas relacionadas con su falta de liderazgo para afrontar el problema estudiantil... ¿¿¿ME ESTÁN TOMANDO EL PELO??? (Espero que no, sería de muy mala educación, y para eso... la chilena.) ¿Cómo si el 60 y tantos por ciento de Chile rechaza su gestión por eso, a su vez aprueba a Bachelet como futura presidenta, si para la "Revolución pingüina" de 2006 su administración mandó por la tangente a los estudiantes sometiéndolos a una comisión más larga que la mesa de té club? Así mismo, sabiendo que la -en ese entonces- presidenta es doctora, se suponía que haría algo por ampliar la red asistencial más allá de construir hospitales... o hacer como que los construían (No se acuerdan del hospital de Curepto, donde los enfermos eran actores?), y así muchas otras cosas con las que hoy los parlamentarios de la desconcertación se llenan la boca, como el de la eliminación del 7% de salud a los jubilados, la ley de post-natal, las eternas listas de espera del AUGE, el escándalo de La Polar, que se gestaba desde la pasada administración, EL TRANSANTIAGO, el impuesto específico a los combustibles y muchas otras cosas que misteriosamente surgieron desde el 11 de marzo de 2010, cuando la señora ya no era presidenta... ¿Dónde estuvieron todos esos problemas tan importantes para la población entre 2006 y 2010? ¿Por qué ahora se volvieron tan urgentes? ¿Por qué la gente no se hace ninguna de las dos preguntas?
Debe ser porque ahora estamos más cerca del 2012 que en ese entonces...


¿Cómo puede ser que un país entero esté tan ciego como para que 3/4 de la población apruebe la gestión de una mandataria, a su salida le entregue la conducción del país a la coalición contraria, para después volver a elevar la figura presidencial de la que ya se fue?
... 
Si Chile fuera un avión, estaríamos en pleno ciclo fugoide.

Recuerdo perfectamente el día que la señora ésa salió elegida presidenta... quería irme del país.
Cada vez que hablábamos de algo relacionado con política en clases con el buen Guillermo Pérez, profesor de historia con clara raigambre izquerdista, siempre expresé mi opinión con una frase más o menos estructurada: "No puedo estar a favor de una presidenta que logra el apoyo popular gracias a su cara de no matar una mosca, y con eso atontar a la gente y hacer que todos los errores sean perdonables".


...y para errores perdonables, recordemos la noche del 27 de febrero en la ONEMI...

En realidad la respuesta es más o menos conocida por todos... Piñera es Satán, mientras Bachelet es la figura de la mujer chilena esforzada, sufrida y abnegada, apoyada por su drama vivido en la dictadura (Hecho que independiente de mi antipatía por ella considero deleznable y brutal) y su imagen conciliadora y pacífica, maternalista por sobre todo... sumando a eso el hecho de que marca el punto máximo de poder alcanzado por las mujeres más allá de grupos etáreos y clases sociales. Además, la política de este país es rotativa, al estilo "Ahora me toca a mí", lejos de ofrecer una real opción nueva de voto... o al menos una que sea seria. He ahí un poco de la explicación para su apoyo casi devoto.

Bueno, como siempre, hablé mucho de esto y aquello sin un hilo conductor muy claro, pero a modo de síntesis, el tema es que me decepciona profundamente ver que la gente de este país, de mi país se deje llevar por la simpatía más que por la conveniencia... que use argumentos estúpidos e infantiles para apoyar a una, y luego ocupe los mismos para denostar a otro, independiente de lo bien o mal que lo haga, que siga tan enceguecida porque una tipa que representa a un séquito de zánganos de apellidos conocidos (Pérez-Yoma, Zaldívar, Lagos Escobar y Weber, Escalona, Velasco, Tohá y demases) venda su pomada con su carita de "no hacer ná", para luego tener oooootra vez al ejército de apernados mamando de la teta del estado... esa misma que ya está caída y seca de tanto chupar...

Lo más probable es que la señora esa vuelva a La Moneda...
(Bien puesto el nombre del palacio de gobierno... está tan manoseado como una moneda de $100)
Cuando vuelva, tomaré mi cronómetro y veré cuánto tiempo tardaré en ver a uno de los archiconocidos viejos rancios jurando por algún ministerio...

Y los mismo que tanto critican al caballero ese que está de presidente ahora... acuérdense que él y "La gordi" veranean juntos en Caburga.



(Sólo a modo de aclaración: No, no soy de derecha... no voto, ni tengo interés en hacerlo en un corto, mediano ni largo plazo... mi familia tampoco simpatiza con algún partido político ni nada por el estilo... pero mis convicciones políticas -por llamarlo de alguna forma- ameritan ser expresadas en otra entrada de este maldito blog).





3 comentarios:

Ariel Cruz Pizarro dijo...

Esto me recuerda a esto:

http://www.youtube.com/watch?v=mEofyQl9LiU

Son todos iguales Boris, todos iguales. Daría mi opinión para complementarte... pero ando en otra xD.

Winston Smith dijo...

Muchas gracias Ariel por el enlace... siempre es bueno escuchar a alguien con conocimiento y que no antepone su pensamiento político al hacer análisis, y entre ellos sin duda los hermanos Mosciatti. Por cierto, esperaré con ansias tu acabada opinión sobre el tema.

Ariel Cruz Pizarro dijo...

Ahora la complemento. En realidad, no es que Bachelet sea mejor que Piñera o no (respecto al %); sino que Piñera prometió muchas expectativas y resultó ser más de lo mismo. Chile, por tendencia, es un país de centro-izquierda. Si votaron por Piñera, era para ver ese cambio, pero ideológicamente están en contra de él de todas maneras.

El gobierno de Piñera está en una encrucijada realmente espantosa, porque todos tironean de él y no sabe a quien cresta contentar. Si reprime, son fachos; si escucha, no tienen autoridad; si negocia con la Concertación, no tiene poder; si negocia con su coalición, la derecha se arregla sola; si se vuelve populista, lo tomarán por poco serio. Es decir, HAGA LO QUE HAGA, está cagado.

En cambio, con la Bachelet... haga lo que haga, da igual, nadie cacha. Ese es el problema y, en parte, lo que explica lo que pasa. Saludos Boris :D!